TALLER MULTIDISCIPLINAR
¿Por qué esta narrativa?
La narrativa multimodal de "Entre memorias y colores" sirve como puente que conecta al espectador con las emociones y los significados que encapsulan las flores, en cada uno de los momentos capturados en el Mercado de Jamaica. Con la combinación de fotografías documentales, ilustraciones con Realidad Aumentada, ambientación sonora y elementos multisensoriales, esta expresión creativa comunica la esencia del proyecto, lo enriquece y lo hace accesible para un público amplio.
Las seis fotografías documentales en blanco y negro del Mercado de Jamaica sirven como ventanas a la cotidianidad y la riqueza cultural que caracterizan a este emblemático lugar de la Ciudad de México. Las imágenes exploran las etapas de la vida tomando como punto de partida las vivencias de sus locatarios. Se eligió dicho perfil de color para invitar al espectador a centrarse en las formas, las texturas y las emociones que se desprenden de cada momento, destacando así la riqueza simbólica de las flores en realidad aumentada.
La intervención con ilustraciones de diversos tipos de flores resalta la importancia de estos seres en nuestra cultura y añade una capa adicional de profundidad simbólica a la obra. Flores, hojas y colores vibrantes emergen de la pantalla, representando los sentimientos que se buscan expresar a través de la floriografía, cobrando vida gracias a la realidad aumentada. Este proceso crea una narrativa que va más allá de lo evidente, revelando los mensajes ocultos que es posbible encontrar en la vida cotidiana.
Por su parte, la ambientación sonora acompaña y potencializa la experiencia, transportando al espectador auditivamente a los momentos que evocan las piezas. Cada composición está diseñada para despertar distintos estados de ánimo, creando así una experiencia inmersiva y envolvente.
"Entre memorias y colores" va más allá de lo visual y auditivo. La inclusión de elementos multisensoriales como la tierra, aroma, las telas y bolsitas de semillas que los usuarios podrán tomar al final de la exposición, convierten la contemplación pasiva en una participación activa, haciendo al recorrido aún más memorable.